Os presento al nuevo pez de este drama acuático: Gregorio.
Naturalmente desconoce el terrible destino de sus
predecesores, así que el infeliz chapotea con alegría y todavía está sano.
Por otra parte, que Saturno haya insistido en crecer es un
problema. No hay habitaciones suficientes... así que no han tenido más remedio
que hacer reformas y construir un segundo piso.
De momento en la parte de arriba han instalado el
estudio.....
.... y la habitación del niño.
Las reformas han costado un montón de coches ajenos (si, por
supuesto Venus ha seguido con sus actividades delictivas nocturnas). La mala
noticia es que cada vez hay menos vehículos que robar en el barrio.
Mientras sólo birlaba coches, el tema no tenía casi importancia....
....pero ahora le ha dado por birlar cosas más conflictivas.
Como la lápida del difunto tío de Oliver, por ejemplo.
Éste ha reaccionado muy mal cuando ha visto a su tío
decorando el salón.
Últimamente el agobio (la casa, el dinero, los niños) les
impide "llevar a cabo su Malvado Plan" con más frecuencia.
No obstante, cierto lunes al salir del trabajo.... ZAS! Otra vez el barrigón, los cambios de humor, los andares de
pato, los horrendos mocasines.....
Como ya sabéis, ella está empeñada en tener doscientos
niños, todos ellos lo más verdes posible.... pero a su marido el tema le
empieza a superar.
Así que no se toma muy bien la noticia. "Otra vez
QUÉ?"
Venus sigue cuidando de los críos, trabajando desde casa,
robando por las noches, haciendo la limpieza, mejorando trastos y pirateando
webs.
Tal vez sea una carga excesiva para una venusiana sensible.
Satu es un chaval muy trabajador y colabora en lo que puede.
(Por fortuna en eso ha salido a su madre).
Oliver -que ni limpia ni cocina- se encarga de los niños. No
resulta de mucha ayuda, pero como mínimo sabe dar biberones y llevarlos a
cuestas.
No obstante, el estrés acaba con la salud de Venus: a los
pocos días, Oliver encuentra a su mujer desmayada en el salón.
Esto no puede ser. Hay que hacer algo al respecto.
De momento han contratado a un señor muy simpático para
encargarse de las tareas del hogar. Se llama Faustino y canturrea mientras
trabaja. Además, tiene unas patillas fascinantes y Venus se queda embobada
mirándolas.
(Que Faustino se quede embobado mirando el verde verdor de
Venus, a ella no le hace tanta gracia).
Aparte del asistente, para rebajar su nivel de estrés han
decidido hacer un viaje romántico a China y dejar a los niños con la tía
Culoprieto.... pero a última hora Venus decide quedarse en casa con Andrómeda:
se siente demasiado fatigada para viajar tan lejos.
Por lo tanto, un emocionado Saturno ocupa su lugar. Todavía
no lo sabe, pero este viaje cambiará su vida.
Se han disfrazado (ellos dicen que "han cambiado de
atuendo") para no llamar la atención. Me parece una precaución inútil: el
niño ES VERDE, siempre llamará la atención.
Con esas pintas, tan serio y con las gafas hasta para
dormir, Saturno parece un presentador de programas para la tercera edad.
Al contrario de lo que pueda parecer por su pose poco
entusiasta, se lo está pasando en grande.
Oliver también está contentísimo porque ha aprendido a ir en
bici. Se ha pasado medio viaje cayéndose y volviéndose a levantar, algo que
podría haber hecho perfectamente en Sunset Valley.
Y hablando de Sunset Valley..... Venus aprovecha su semana
de relax en casa para mimarse y disfrutar del silencio.
La niña apenas le da trabajo. Le enseña a parlotear, se
hacen grandes amigas y esas cosas típicas.
Los viajeros llegan de China justo cuando llegan las
contracciones.
(Oliver siempre tan considerado: "¡acabo de aterrizar! ¿tiene que ser
ahora? ¿No puedes aguantar un poco?")
De camino al hospital, Oliver -que parece que no, pero algo
aprende- ni se plantea quién va a conducir esta vez.
Así que le deja paso libre a su mujer, que ya se dirige
hacia el coche con ese andar tan elegante suyo.
Y voilá! el tercer hijo de la familia tiene de verde lo que
Oliver de listo.
Es un niño, se va a llamar Asteroide y al parecer será
malvado y amistoso. Extraña combinación.
Oliver, que prefería una niña (o ningún crío en absoluto) no
puede evitar mostrar su decepción.
Coincidiendo con la llegada del niño, la pequeña Andrómeda
se hace mayor.....
..... y da mucho miedo.
Le he puesto trencitas para minimizar el espanto, pero no ha
servido de mucho. La niña asusta un rato.
Desde que llegaron de China, Oliver ha mostrado interés por
aprender artes marciales. Compró un par de trastos de entrenamiento y hace lo
que puede. (Que no es mucho).
Lamentablemente, es un zoquete hasta para esto y se lleva
muchos más golpes de los que dá.
(Eso, comprueba si te has hecho sangre, valiente...)
*Tosecilla incómoda* Vaaaaya, otra vez ha vuelto a meterse
el palo en el ojo.
Ahí está nuestro chico, con su cara de listo.
Le ha cogido manía al cacharro chino, así que finalmente
decide que tiene mucha hambre ("qué PENA, voy a tener que dejar el
entrenamiento") y se larga corriendo a comer.....
.... no sin antes hacernos una penosa demostración. Se
supone que nos está enseñando su cinturón nuevo (color blanquísimo).
Os estaréis preguntando por Gregorio. Se ha mantenido
éxitosamente con vida durante todo el capítulo.
(Claro, ahora es Saturno quien lo cuida....)
En la próxima entrega.... ¿Continuará Oliver dándose trastazos marciales? ¿Volverá a meterse el palo en el ojo? ¿Seguirá evolucionando tan rarita Andrómeda? ¿Sobrevivirá Gregorio?
Ay Oliver...me mata! taan tonto
ResponderEliminarDios Oliver, no puedo parar de reírme con él, lo echo de menos!!! T_T es demasiado bueno jajaja
ResponderEliminar